domingo, 14 de octubre de 2012

evaluar competencia del paciente




EVALUAR COMPETENCIA DEL PACIENTE

El derecho de los individuos a ejercer el control sobre las cuestiones relacionadas con su cuerpo se traduce en el consentimiento informado en la medicina occidental (sustentado en el principio de respeto al individuo y su valor social, al reconocer su capacidad de autonomía y autodeterminación).

Por la tanto, los individuos competentes tienen el derecho de tomar decisiones, acertadas o equivocadas, dentro del marco de su propio sistema de valores. La noción de competencia entra aquí en escena, su papel no es otro que el de distinguir a las personas que son capaces de tomar sus propias decisiones de aquellas que no lo son. De ahí la necesidad de evaluar la competencia de facto del paciente para tomar decisiones médicas informadas.


– El reto. Es ésta, a pesar de todo y en la mayoría de los países occidentales, una tarea asignada a psiquiatras y a otros profesionales de la salud mental, que precisan de un balance delicado entre el principio de respeto al derecho de autodeterminación del individuo y la necesidad de protegerlo del daño y promover su bienestar en caso de que se demuestre su incapacidad para decidir. Aquellos comprometidos en mayor medida con el principio de autonomía abogarán por requisitos menos estrictos, para la competencia mientras que los que otorguen prioridad a la salud y a la seguridad defenderán un enfoque más conservador, exigiendo un umbral de competencia más alto.


– Los riesgos. No debemos, por tanto, permanecer ajenos a las implicaciones que tendrá nuestra decisión como examinadores. Si un paciente competente es erróneamente considerado incompetente, su derecho a la autodeterminación será violado. En cambio, si un paciente incompetente es erróneamente juzgado competente, se verá exento de su derecho a la protección por la legislación, y además probablemente se le aplicará tratamiento inadecuado.
 

Herramientas para la evaluación de competencia.

Los instrumentos de valoración de competencia deberán ser más flexibles y, dado que el consentimiento informado presupone la comprensión de los datos médicos necesarios sobre el procedimiento que el paciente ha de aceptar o rechazar, es responsabilidad del que evalúa la competencia comprobar la calidad de la información proporcionada y el grado de comprensión de la misma.

Ahora una breve revisión de algunos de los dispositivos desarrollados hasta el momento siguiendo un orden cronológico:

– El CQ (Competency Questionnaire), es una entrevista estructurada de forma muy simple para valorar la competencia en relación con la admisión psiquiátrica.

– El Two Part Consent Form es un instrumento que evalúa la capacidad para consentir a la terapia electroconvulsiva (TEC). La primera parte presenta los detalles del tratamiento y, en la segunda, se realiza un cuestionario para dilucidar si el paciente ha comprendido el objetivo, naturaleza, beneficios y riesgos de la terapia, así como las alternativas de tratamiento y su derecho a rechazar este procedimiento.

– El Manual of Understanding Treatment Disclosure, incorporado en su estudio sobre la competencia en esquizofrenia, depresión y cardiopatía, y trataba de medir la comprensión alcanzada.

– El Hopkings Capacity Assesment Test es un instrumento de ejecución breve (10 min) que consiste en un corto ensayo sobre el consentimiento informado seguido, tras un breve intervalo, de diez preguntas para determinar la comprensión del mismo.

Tentativas posteriores han tratado de idear una metodología más ampliamente extensible a la toma de decisiones médicas. Así, Kitamura & Kitamura, en 1993, basándose en una revisión bibliográfica, seleccionan 12 ítems que reflejan cada uno de los dominios de la competencia para dar consentimiento informado y construyen una nueva entrevista estructurada, la SICIATRI (Structured Interview for Competency/Incompetency Assesment Testing and Ranking Inventory). El orden en que las cuestiones están dispuestas dentro de la entrevista es secuencial, de acuerdo con el nivel de capacidad cognitiva necesario para contestarlas (según la teoría de Martin & Bean que establecía distintos grados de competencia).
Se comienza preguntando al paciente si ha recibido la información necesaria para decidir y finaliza valorando la capacidad de introspección respecto a su situación de enfermedad.

Referencia:

·         http://www.neurociencia.cl/
http://escuela.med.puc.cl/publ/boletin/Etica/NocionCompetencia.html

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