domingo, 4 de noviembre de 2012

TOMA DE DECISIONES EN PEDIATRIA



En la pediatría el principal actor es el niño, no se debe omitir a los padres: dada la dependencia biológica y social de los niños hacia los padres, legalmente reconocidos por la sociedad. Por la naturaleza propia de los niños para tomar sus propias decisiones, la autonomía de ellos queda bajo la tutela de sus padres, quienes tomaran las decisiones para su hijo ante cualquier conocimiento medico. De tal manera que ningún procedimiento medico deberá realizarse sin el previo consentimiento informado de los padres.
El consentimiento informado es, en cierta forma, el espíritu de la autonomía. Para entablar el dialogo de esta naturaleza se necesita que los padres hayan sido informados, hayan comprendido los beneficios y los riesgos de la decisión que correrá su hijo y que todo esto sea sin ninguna coacción.
Los padres deben recibir del medico información completa, adecuada y veraz, implicando que el medico utilice un lenguaje adecuado y una terminología comprensible para entregar a los padres información suficiente en calidad, permitiendo a estos ubicarse en la realidad de su hijo y comprender el alcance y las consecuencias de sus decisiones. Por ultimo es requisito indispensable para que el consentimiento sea valido, el estar libre de coacción. Esto significa no presionar a los padres en las decisiones rápidas sin haber elaborado adecuadamente la información y en algunos casos iniciar el proceso de desenlace fatal por la posibilidad de perder un hijo. Cuando el medico entrega a los padres la posibilidad de tomar decisiones informadas, esta respetando su autonomía y protegiendo al niño, ya que ellos son biológica y culturalmente los defensores de los mejores intereses del niño.
El dilema ético en pediatría surge cuando la decisión de los padres parece no defender los intereses del niño, sino sus pripios intereses. El asumir la decisión por falta de autonomía no implica el derecho a tomar cualquier decisión, sino la responsabilidad de defender los mejores intereses del infante. Cuando esta circunstancia se presenta, aparece la luz del medico: el principio de beneficencia. En virtud de este principio el medico se ve obligado a proporcionar y ofrecer a los pacientes lo mejor para ellos desde la perspectiva de la medicina curativa y preventiva.

REFERENCIAS:

No hay comentarios:

Publicar un comentario