sábado, 24 de noviembre de 2012

ASPECTOS ÉTICOS EN LA ENFERMEDAD TERMINAL


La ley sobre el testamento vital la cual fue aprobada por el Parlamento de Cataluña establece que cualquier ciudadano en este caso catalán podrá manifestar por anticipado que tratamientos desea o no recibir en caso de encontrarse en una enfermedad en la cual sea incapaz de tomar decisiones. Según la ley catalana la declaración tiene que ser firmada ante un notario o ante tres testigos que no tengan relación de parentesco o patrimonial con el interesado. El declarante puede prohibir que se le mantenga en vida por medios artificiales, pero no pedir que se le acelere la muerte. Con estas condiciones los médicos estarás legalmente obligados a cumplir el testamento vital.
En todas partes donde está reconocido, el "testamento vital" (living will) tiene por finalidad primordial evitar el "ensañamiento terapéutico". En cualquier caso, ha de servir para que el médico tenga información fidedigna de la voluntad del paciente, si este se encuentra en estado terminal y no puede expresarla. Aunque varios médicos no se encuentran muy de acuerdo en aplicar este famoso testamento vital, y expresan lo que en realidad podría suceder: manifiestan escepticismo y reservas con respecto al testamento vital, una persona decían, no puede realmente saber cuales serán sus preferencias en caso de enfermedad terminal y la mayoría sabe poco de los procedimientos existentes para prolongar la vida. En consecuencia, el testamento vital es de dudosa utilidad.
 El Código Deontológico de los médicos catalanes, de 1997, declara que, en situación terminal, "el enfermo tiene derecho a rechazar el tratamiento para prolongar la vida" (art. 57). Lo que deriva de este principio: "El objetivo de la atención a las personas en situación de enfermedad terminal no es acortar ni alargar su vida, sino promover su máxima calidad posible" (art. 58). También el vigente Código de Ética y Deontología Médica, del Consejo General de Colegios de Médicos de España, afirma lo mismo: "En caso de enfermedad incurable y terminal, el médico debe limitarse a aliviar los dolores físicos y morales del paciente evitando emprender o continuar acciones terapéuticas sin esperanza, inútiles u obstinadas" (art. 28.2).

- Es un problema que se encuentra en el mundo de como los médicos y la sociedad en conjunto deben resolver y desenvolverse en los casos de enfermedad terminal. La enfermedad terminal ( Síndrome terminal= ST) se define como el estado clínico que indica expectativa de muerte en breve plazo, se presenta comunmente como el proceso evolutivo final de algunas enfermedades crónicas progresivas cuando se han agotado los remedios disponibles. Los médicos por ética deben informar a su paciente de su estado terminal, los pacientes una vez consientes de su pronóstico pueden pasar por algunas de estas etapas: negación y rebelión, frustración y negociación, depresión y aceptación.
El consuelo humano, animándole a aprovechar espiritualmente la situación, devuelve la paz en los momentos más difíciles, dispensar comprensión, franqueza y calor produce una sensación bienhechora en los enfermos y sus familiares. Causar la muerte desdice la esencia misma del quehacer médico, cuyos fines son: curar, aliviar, consolar. La mejor respuesta ética que los médicos pueden dar a aquellos que defienden la eutanasia es hacerlos conscientes de su incongruencia existencial. La familia cumple con un rol privilegiado al actuar con actitudes de acogida y amor al paciente con ST.

Saber más:
http://www.bioeticaweb.com/content/view/206/830/


http://aebioetica.org/revistas/1998/2/34/234.pdf

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