lunes, 12 de noviembre de 2012

LIMITACION DE ESFUERZOS TERAPEUTICOS

LIMITACIÓN DEL ESFUERZO TERAPÉUTICO


La limitación del esfuerzo terapéutico (LET) consiste en no aplicar medidas extraordinarias o desproporcionadas para la finalidad terapéutica que se plantea en un paciente con mal pronóstico vital y/o mala calidad de vida.


Existen dos tipos: no iniciar determinadas medidas o retirarlas cuando están instauradas. Una decisión de LET debe estar fundamentada en unos criterios rigurosos, por lo que realizamos la siguiente propuesta. Primero se tienen que conocer los detalles más relevantes del caso para tomar una decisión: las preferencias del paciente, las preferencias de los allegados cuando sea pertinente, el pronóstico (la gravedad), la calidad de vida y la distribución de los recursos limitados. Después se ha de tomar la decisión.


En esta fase se tiene que establecer una deliberación participativa para aclarar el fin de la intervención. Finalmente, si se decide realizar una LET, habría que ver cómo se realiza.
No se deberían iniciar procedimientos extraordinarios, medidas desproporcionadas, inútiles ni fútiles para el objetivo terapéutico trazado (retirarlas si se han instaurado). Habría que mantener el tratamiento de las patologías que se han decidido tratar (medidas intermedias). Esta compleja fase puede precisar una estratificación de las medidas. Finalmente, se han de instaurar las medidas paliativas que sean precisas.
PARA SABER MAS.......
http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/2/2v117n15a13021443pdf001.pdf

domingo, 4 de noviembre de 2012

identificasion del sustituto del paciente incompetente

IDENTIFICAR SUSTITUTO DEL PACIENTE INCOMPETENTE


En un paciente incompetente, la decisión corresponde a la familia, a un representante o sustituto o al médico.
Los familiares están usualmente preocupados por los intereses del paciente, son habitualmente conscientes de sus valores y objetivos vitales y generalmente están movidos por el amor hacia el paciente. Sin embargo, la idea de familia es demasiado amplia, por lo que el médico tiene la responsabilidad de identificar a aquellos familiares que realmente muestren conocimiento y preocupación por el paciente. Habitualmente, para los adultos, el familiar corresponde al esposo o esposa y en el caso de los niños, al padre y a la madre.


En todos los casos en que un familiar represente al paciente, debe considerarse que tanto el médico como los familiares deberían guiar su decisión en relación al mejor de los intereses del paciente. En este sentido es importante recordar que los pacientes incompetentes son personas y como tales no son propiedad de otro. A nuestro juicio, esto significa que los familiares, así como el médico, deben guiar sus decisiones en conformidad con ciertos valores éticos primarios como son el respeto a la vida, la compasión y el principio de no dañar.
El rechazo de padres Testigos de Jehová a una transfusión sanguínea para sus hijos menores de edad, plantea al médico el problema de tomar una decisión adecuada pensando en el mejor de los intereses de su paciente incompetente, que es el niño. Si fuera verdad que los padres pueden elegir cualquier cosa para sus hijos, no existiría un fundamente objetivo para validar éticamente la realización de una transfusión, a pesar del rechazo de los padres.


En relación a la participación de los Comités de Etica en estas decisiones, nosotros sugerimos que siempre tengan un papel de consejo o sugerencia y que las decisiones finales sean tomadas por el médico tratante en ausencia de familiares o por los familiares apropiados, luego de información y consejo del médico tratante.
Con las ideas desarrolladas en este artículo, esperamos haber aportado un poco de claridad en relación a los difíciles problemas, teóricos y prácticos que plantean las decisiones médicas frente a pacientes incompetentes.


bibliografia


Proceder ante un paciente incompetente

Es una situación frecuente en medicina intensiva tener enfermos en coma o con cuadros clínicos que alteran su capacidad psíquica para tomar una decisión determinada, por lo que no pueden ejercer su derecho a la autonomía. En este caso el médico intensivista puede guiarse, a la hora de una toma de decisiones, por lo siguiente:

  • a) voluntad del paciente antes del ingreso
  • b) criterio del juicio sustituto
  • c) los mejores intereses para el paciente
La voluntad previa del paciente ante situaciones determinadas que pudieran ocurrirle (resucitación cardiopulmonar, ventilación artificial, etc.) al menos de forma escrita, es infrecuente en nuestro medio ( sólo recuerdo el caso de los que tenían en el carné de identidad su voluntad expresa de donar los órganos), pero en caso de que existiera debiera respetarse, En cuanto al juicio sustituto es aquél que el médico busca en la familia o allegados sobre si existía alguna preferencia o decisión previa del paciente sobre la situación en la que se encuentra, también puede suceder que el paciente se lo haya expresado a su médico antes de caer en su estado actual. Pero siempre la decisión que se tome en base a ello será una decisión cuestionable y con mucho de subjetivismo. En mi opinión, cuando esto ocurre, lo mejor es tomar una decisión basada en los mejores intereses para el paciente. Esto significa que se hará lo que se considere o determine lo que es mejor para la evolución del paciente, tanto desde el punto de vista objetivo y subjetivo y sin considerar los intereses del paciente en caso de que existieran. En esta situación siempre debe existir un consenso con los familiares para evitar conflictos. En los casos en que no existiera acuerdo entre médicos y familiares, entonces el problema pudiera consultarse en el comité de ética del hospital. Si bien esto último es factible, a veces en terapia intensiva surgen situaciones en la que esto es imposible como veremos más adelante.

Dilema 3: Paciente Incompetente Para Tomar Decisiones

Decisiones de representación Un paciente Incompetente es aquel paciente que debido a la enfermedad que padece, no puede ser adecuadamente informado ni prestar su aquiescencia a los procedimientos diagnósticos o terapéuticos que se emplean sobre él/ella.
El propósito de este artículo es tratar la problemática de las decisiones por representación particularmente de la esquizofrenia y a enfocarnos en el aspecto medico.
En primer lugar se exponen algunas situaciones clínicas en las que hay más indicio de que la persona muestre incompetencia para la toma de decisiones. En segundo lugar se abordan aspectos legales que establecen cómo, por qué y en base a qué se ha de incapacitar a una persona. Por último se analizan unos principios básicos de actuación, unos principios éticos (autonomía, beneficencia, no-maleficencia, justicia, dignidad e inviolabilidad) y unas normas de actuación para fundamentar ética mente la decisión subrogada.
No es infrecuente ver cómo pacientes con esquizofrenia presentan incompetencia para la toma de decisiones debido a una serie de aspectos médicos: sintomatología y repercusiones de la patología y su tratamiento.En estos casos se requiere una decisión por representación que se pronuncie sobre la salud para y en nombre del incapacitado. La ley recoge cómo, por qué y en base a qué hay que incapacitar a una persona.

Aspecto Médico

La esquizofrenia es un trastorno mental cuya sintomatología patognomónica es una mezcla de signos y síntomas (positivos y negativos). Los positivos (ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado, etc.) hacen alusión a un exceso o distorsión de las funciones normales. Los negativos (aplanamiento o embotamiento afectivo, alogia, abulia, déficits de atención…) señalan una disminución o pérdida de las funciones normales. Dichos aspectos inciden negativamente para la toma de decisiones. Hay un distanciamiento de la realidad (alucinaciones y delirios) junto con un negativismo ante la vida (apatía, abulia, anhedonia, etc.). Este tipo de síntomas comporta unos aspectos cognitivos que dificultan que la persona tome una decisión autónoma: problemas de atención, déficit en el almacenamiento de la memoria, pobre procesamiento y comprensión de nueva información, insuficiencias en la función ejecutoria (idear y llevar a cabo planes), dificultades en la memoria verbal, des organización conceptual, etc. Además, suele ser frecuente apreciar que estos pacientes muestran una nula conciencia de la patología  (insight), de modo que creen que no necesitan la medicación o incluso la dejan libremente, produciéndose así nuevas recidivas. Esto se puede apreciar tanto en el episodio agudo como en el transcurso de la patología crónica o residual.

Dichos aspectos, junto con las reacciones adversas del tratamiento farmacológico (somnolencia, empeoramiento de la capacidad cognitiva…), hacen que se dificulte la introducción de la persona en la relación asistencial, pudiendo mostrar incompetencia para la toma de decisiones. Ahora bien, existen estudios empíricos que demuestran que el deterioro de la capacidad para la toma de decisiones en pacientes diagnosticados de esquizofrenia no es un rango distintivo de la propia psicopatología, de tal manera que su presencia no quiere decir, necesariamente, que la competencia esté dañada, aunque sí hay relación entre incompetencia y sintomatología negativa, el nivel de insight y déficits cognitivos. Y es que la sintomatología evoluciona por fases en las que puede haber una mejoría o empeoramiento clínico, por lo que no se puede dictar incompetencia para siempre y para todo. En definitiva, hay que ver cómo y de qué manera inciden los síntomas y su correspondiente deterioro en la vida cotidiana.

La incompetencia se ha de evaluar para una tarea concreta en un momento determinado y no tomarla como regla general en este tipo de pacientes. La in-capacitación ha de decretarse por orden judicial, siendo necesario un tutor legal, representante o familia que emita un juicio por representación. 
Para Saber Mas:

Las esquizofrenias. Sus hechos y valores clínicos y terapéuticos, Barcelona, Elsevier Doyma, 2007; pp. 1-19. 
DSM-IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Barcelona, Masson, 2002.

Jeste, D., Deep, C., y Palmer, B. “Magnitude of Impairment in Decisional Capacity in People With Schizophrenia Compared to Normal Subjects: An Overview”, Schizophrenia Bulletin (Maryland), nº 32(1), 2006, pp. 121-128; y Palmer, B., y Jeste, D. “Relationship of Individual Cognitive Abilities to Specific Components of Decisional Capacity Among Middle-Aged and Older Patients With Schizophrenia”, Schizophrenia Bulletin (Maryland), nº 32(1), 2006, pp. 98-106.

TOMA DE DECISIONES EN PEDIATRIA



En la pediatría el principal actor es el niño, no se debe omitir a los padres: dada la dependencia biológica y social de los niños hacia los padres, legalmente reconocidos por la sociedad. Por la naturaleza propia de los niños para tomar sus propias decisiones, la autonomía de ellos queda bajo la tutela de sus padres, quienes tomaran las decisiones para su hijo ante cualquier conocimiento medico. De tal manera que ningún procedimiento medico deberá realizarse sin el previo consentimiento informado de los padres.
El consentimiento informado es, en cierta forma, el espíritu de la autonomía. Para entablar el dialogo de esta naturaleza se necesita que los padres hayan sido informados, hayan comprendido los beneficios y los riesgos de la decisión que correrá su hijo y que todo esto sea sin ninguna coacción.
Los padres deben recibir del medico información completa, adecuada y veraz, implicando que el medico utilice un lenguaje adecuado y una terminología comprensible para entregar a los padres información suficiente en calidad, permitiendo a estos ubicarse en la realidad de su hijo y comprender el alcance y las consecuencias de sus decisiones. Por ultimo es requisito indispensable para que el consentimiento sea valido, el estar libre de coacción. Esto significa no presionar a los padres en las decisiones rápidas sin haber elaborado adecuadamente la información y en algunos casos iniciar el proceso de desenlace fatal por la posibilidad de perder un hijo. Cuando el medico entrega a los padres la posibilidad de tomar decisiones informadas, esta respetando su autonomía y protegiendo al niño, ya que ellos son biológica y culturalmente los defensores de los mejores intereses del niño.
El dilema ético en pediatría surge cuando la decisión de los padres parece no defender los intereses del niño, sino sus pripios intereses. El asumir la decisión por falta de autonomía no implica el derecho a tomar cualquier decisión, sino la responsabilidad de defender los mejores intereses del infante. Cuando esta circunstancia se presenta, aparece la luz del medico: el principio de beneficencia. En virtud de este principio el medico se ve obligado a proporcionar y ofrecer a los pacientes lo mejor para ellos desde la perspectiva de la medicina curativa y preventiva.

REFERENCIAS:

TESTAMENTO VITAL O DIRECTIVAS ANTICIPADAS


Se hace como referencia con base a las voluntades que se anticipan ante una situación en el que el paciente decida sobre su cuerpo cuando éste no sea competente ante alguna situación. El testamento vital se le conoce como living will, documento de voluntad anticipada o directrices anticipadas. Tiene como lugar en EEUU a partir de 1957 por el Tribunal Supremo de California como obligación cuando se traspasaban los límites del consentimiento otorgado por el paciente.
Según la definición española es la siguiente: Documento dirigido al médico responsable, en el cual una persona mayor de edad, con capacidad suficiente y libremente, expresa las instrucciones a tener en cuenta cuando se encuentre en una situación en que las circunstancias que concurran no le permitan expresar personalmente su voluntad. Es un documento en el que se resuelve la aplicación de actos médicos que puedan determinar el alargamiento o interrupción de la vida del paciente. Se encuentra a raíz del Convenio para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la biología y la medicina. Está ligado a los derechos del paciente, su regulación es vecina con la del derecho a la información y al consentimiento informado, se le deriva como un carácter defensivo hacia las prestaciones de salud que ofrecen los médicos cuando el paciente se encuentra incompetente para tomar decisiones y cuando el paciente no tiene algún familiar que se haga responsable de los asuntos que le competen en torno a su salud. Así la persona, desde su autonomía, deja predeterminado para el caso de enfermedad o accidente sus deseos en orden a los tratamientos que quiere que se le apliquen. Su fin es la sustitución del consentimiento informado por las razones antes mencionadas, porque se trata de decisiones que el paciente toma antes de estar en un estado no competente.

REQUISITOS SUBJETIVOS

Ser mayor de edad y capaz de tomar decisiones anticipadas ante un riesgo a la salud es el principal requisito. Son muchas las cuestiones que se plantean una vez que es pacífico el elemento de capacidad y libertad. En cuanto al destinatario se hace entender que es el médico responsable o el médico quien atiende al paciente en caso de ser necesario.
El testamento vital tiene una serie de instrucciones que surtirán efecto cuando vaya a ser objeto de intervención y esté privado de capacidad para expresar su consentimiento anticipado. Si no existiera este documento d voluntad anticipada, habrá un consentimiento por sustitución.
Según la Ley General de Salud en España, manifiesta acerca del testamento vital que se podrán incorporar manifestaciones para que, en el supuesto de situaciones críticas, vitales e irreversibles respecto a la vida, se evite el sufrimiento con medidas paliativas aunque se acorte el proceso vital, no se prolongue la vida artificialmente por medio de tecnologías y tratamiento desproporcionados o extraordinarios, ni se atrase abusiva e irracionalmente el proceso de muerte. Es una regulación para evitar el encarnizamiento terapéutico. Sólo las autoridades jurídicas permitirán si el testamento vital ligado hacia una eutanasia se cometa o no.

Este documento es muy importante, hoy en día mucha gente por la cual se accede a la donación de órganos usan de este tipo de documentos para avalar que su cuerpo sea, en caso de muerte por accidente o incapacidad por muerte cerebral, pueda ser dispuesto hacia la donación de sus órganos para salvar la vida a varias personas. La regulación con la eutanasia igual es un dilema que habría que hacer mención en un capítulo aparte, puesto que merece una completa navegación hacia documentos que puedan abrir un debate y concluir sobre este tipo de situaciones.

BIBLIOGRAFÍA









viernes, 2 de noviembre de 2012

Planificación anticipada de las decisiones

La planificación anticipada de la asistencia médica es una consecuencia del nuevo estilo de la relación clínica. 
Se trata de que el o los profesionales vayan planificando con el paciente la atención médica, previendo las situaciones futuras y tomando decisiones sobre cómo proceder ante sucesos que pueden acaecer. Se trata, pues, de ver la atención médica como un continuo no ocasional, esporádico o fortuito, sino planificado. La planificación anticipada incluye procedimientos como el Consentimiento Informado, la Historia de valores, los Documentos de instrucciones previas y el nombramiento de Representantes.





Desde la década de 1990 ha habido una creciente conciencia de la insuficiencia de cuidados al final de la vida y del escaso conocimiento de los deseos del paciente acerca de su tratamiento médico en un momento en que pierden la capacidad de tomar decisiones.
Esto ha continuado hasta el presente. Aparte de los avances en los cuidados paliativos, el foco principal para hacer frente a estas necesidades ha sido el desarrollo de la planificación anticipada de la atención.
La planificación anticipada de la atención es un proceso “mediante el cual un paciente, en consulta con los profesionales de la salud, parientes y otras personas importantes, toma decisiones sobre el cuidado de su salud en el futuro.”
El proceso de planificación anticipada de cuidados informa y enriquece a los pacientes a tener algo que decir acerca de su tratamiento actual y futuro. La planificación anticipada de la atención y la importancia de la mejora de final de cuidado de la vida son a la vez el apoyo de la legislación de Australia, el Reino Unido y Estados Unidos, y están avalados por los colegios profesionales, entre ellos el australiano, británico  y  las Asociaciones Médicas de Estados Unidos.
Elementos de la planificación anticipada de la atención incluyen clarificar la comprensión del paciente de su enfermedad y las opciones de tratamiento, la comprensión de sus valores, creencias y metas de atención, y la identificación de sus deseos.
Los posibles obstáculos para avanzar en la planificación del cuidado incluyen la disponibilidad de personal capacitado,  el tiempo, la competencia y la confianza para hablar de la planificación anticipada de la atención a los pacientes, el compromiso organizacional y política de apoyo anticipado en la planificación de la atención, y garantizar que los médicos comprendan y apoyen el plan de cuidado anticipado.
Llevar a cabo la planificación anticipada de atención eficaz en pacientes de edad avanzada es un reto, especialmente cuando están gravemente enfermos y tienen una corta duración de la estancia en el hospital antes del alta.