CONCEPTOS BIOETICOS
LA
AUTONOMÍA
La autonomía surge como consecuencia
de un concepto del ser humano que implica la idea de libertad persona, Boecio
define por primera vez a la persona como sujeto independiente del grupo social
este principio exige el respeto a la capacidad de decisión y el derecho a que
se les respete su voluntad en aquellas cuestiones que interfieren en ellas
mismas.
INFORMACIÓN
Corresponde al profesional de salud y debe incluir dos aspectos
importantes
1.
Descubrimiento de la información, que estará dosificada en
correspondencia con lo que el paciente quiere realmente saber, cómo y cuándo lo
quiere saber.
2.
La información comprensible, es decir, tomar en cuenta la necesidad de
utilizar un lenguaje claro y preciso.
Por su parte, el consentimiento es competencia del paciente o de su
representante moral (familiar) o legal (tutores, en el caso de menores de edad,
o abogados especialmente contratados para el caso). El consentimiento comprende
también dos aspectos:
1.
Consentimiento voluntario, sin abusos paternalistas ni presiones
autoritarias.
2.
La competencia para el consentimiento, tanto física como psicológica.
El consentimiento informado protege, en primer lugar, a pacientes y
sujetos de experimentación, previendo riesgos y daños posibles; pero también
protege y beneficia a todos en la sociedad, incluyendo profesionales de la
salud e instituciones.
El profesional de la salud se enfrenta, en su ejercicio cotidiano, a una
categoría mucho más abarcadora que la autonomía, que es la integridad del
paciente como un todo, con sus valores más preciados: la vida y la salud, que
incluye además el respeto a su individualidad y a su derecho de libertad de
opción. Es precisamente en este rango, en el que se presentan los mayores conflictos
éticos.
JUSTICIA
En el marco de la atención de salud, se refiere generalmente a lo que
los filósofos denominan "justicia distributiva", es decir, la
distribución equitativa de bienes escasos en una comunidad. Justicia significa,
a fin de cuentas, dar a cada quien lo suyo, lo merecido, lo propio, lo
necesario, y este enunciado está evidentemente vinculado, en primera instancia,
al proyecto social del modelo económico que
impere en la sociedad que se analiza.
Justicia significa también no derrochar escasos recursos en un paciente,
a sabiendas que esos recursos no variarán un ápice el curso de la evolución de
su estadio terminal, dejando por ello desprotegidos a otros pacientes
necesitados y con posibilidades de recuperación. Resulta a todas luces injusto
el procedimiento de prolongar la agonía de un enfermo en estadio terminal por
una parte, y acortar una vida útil y recuperable, por otra.
La enfermera aplica el principio de la justicia, además, cuando, ante
una urgencia, atiende al más necesitado de los posibles a recuperar; cuando en
una sala de cuidados especiales atiende al más grave; cuando valora las
necesidades de un paciente y jerarquiza debidamente la satisfacción de las
mismas.
Justicia en salud significa dar a cada quien lo necesario, en el momento
preciso, con independencia de su status social y sin reparar en los costos.
PARA SABER MAS.....